Encuentro la televisión muy
educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo
un libro.
Julius Marx
Es muy común escuchar, que al menos
en Oaxaca, la culpa de la “mala” educación la tiene la Sección 22, cuando se
quejan de que los estudiantes de las licenciaturas, no leen, no estudian y
demás, se excusan diciendo “son hijos de la sección 22” (claro está que ni lxs
maestrxs de licenciatura han logrado hacer que los estudiantes lean y
estudien). Al mencionar eso, dejan de lado todo el problema estructural de la
educación en México, piensan que los únicos que tienen la responsabilidad de
enseñar son lxs maestrxs, y claro los de la 22, dejan de lado la pobreza, y la
mala alimentación que a muchxs jóvenes y niñxs no les permite estudiar o tener
las capacidades para hacerlo. Se quejan de las manifestaciones y aplauden la
represión, claro porque para ellxs lxs maestrxs se lo merecen, reproducen el
discurso de los empresarios y de las personas mal informadas por los medios de
comunicación.
Queda plantearnos algunas preguntas
para cuestionarnos sobre nuestra realidad, teniendo en cuenta que cada persona
tiene diferente pensamiento o tiene la opción de elegir la opción concreta para
un tiempo-espacio concreto, pero da la casualidad (que no es casualidad) que la
mayoría de las personas piensan de una manera igual, de lxs 112 millones 336
mil 538 habitantes que hay en el país, pocas casi un millón (probablemente) o
un poco más se movilicen, ¿por qué sucede así?, de la misma cantidad de habitantes
la mayoría viste igual, escuchan la misma música, ven los mismos programas, se
peinan igual, ¿por qué?
Si ante causas como los narcobloqueos
o narcobarricadas la gente piensa exactamente igual, que ante ese suceso se
llena de rabia, frustración e injusticia, no condenan que la fuerza pública o
el ejército no intervenga para quitar ese tumulto de escombro de las calles
¿por qué?, pero en cambio si maestros, electricistas, estudiantes bloquean
calles de manera pasiva condenan y llaman a la represión ¿por qué? Por qué
condenan todos por igual, de lxs 112 millones 336 mil 538 habitantes, la
mayoría hace exactamente y piensa lo mismo ¿por qué? Pareciera ser que son
manipulados por hilos invisibles manejados por un ser que se encuentra en el
cielo, pero ¿será así? Si todos tenemos la opción o la, según, “libertad” de
escoger como pensar y qué hacer.
Efectivamente, no podemos aplaudir la
educación de este país, ni la “buena”, ni la “mala”, la “buena” porque según
los estándares del Estado, es la que contribuye a la nación y la “mala” porque
es donde nos ha sumergido el Estado mismo y la que también contribuye a él
siendo un medio muy eficaz para enajenar. Sin embargo, lo que tampoco podemos
aplaudir; pero sí reprochar demandar y repudiar es la represión, las reformas
educativas que tratan de quitar a los trabajadores lo que con años de lucha han
logrado ganar para ellxs y sus familias, tratan de abrir paso a la
privatización de la educación esperando que el nivel educativo disminuya cada
vez más para los que menos tienen.
En efecto al interior de la Sección
22, hay muchos vicios que hay que romper, lxs maestrxs deben pensar acerca del
quehacer de su práctica pedagógica eso mostraría un avance importante en elevar
el nivel educativo en nuestro país, para nosotrxs que queremos que este país
cambie, lo más importante es que por medio de la educación se creen medios de liberación que se creen personas más críticas,
más libres y más consientes de esta realidad, que se comprenda que no somos
contenedores de datos pero que sí es importante que los analicemos siempre y
cuando ese conocimiento sea significativo para nosotros y nuestra realidad.
Hay una cita demasiado inapropiada
para la realidad de este país que expresa que “es una aberración cuando se leen
anuncios solicitando profesionistas de universidades privadas y aclarando que
es inútil presentarse a los egresados de universidades o escuelas de educación
superior públicas. ¿Por qué se tiene miedo de dar oportunidad a éstos últimos?
¿Será porque se buscan principalmente profesionistas sin conciencia social que
resulten buenos capataces?” ¿Será que quieren seguir prolongando su riqueza, su
poder y su superioridad entre lxs 112 millones de habitantes?
(aproximadamente).
Nosotrxs no somos hijxs de la Sección
22, somos parte de una realidad concreta que lastima, agrede, criminaliza,
margina y mata; y por eso compartimos la lucha de lxs maestrxs, de nuestrxs
maestrxs, que aparte de que me enseñaron a leer, escribir y pensar, también me
ensañaron a visualizar que luchar sirve, y que luchar vale la pena.
Thalía Erika Bernabé Morales
(Politóloga)
Kresta Ríe Ríe (Pseudo Sociólogo)
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