“Instrúyanse, porque necesitamos toda nuestra
inteligencia.
Conmuévanse,
porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense,
porque necesitaremos toda nuestra fuerza.”
Antonio
Gramsci
A dos días del
informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, se han desarrollado en el centro del
país movilizaciones que están presididas por la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE), el sur nuevamente da la batalla ante las
reformas, en este caso la educativa, que busca exterminar a los sindicatos y
arrebatar a los trabajadores lo que con años de lucha han ganado para ellos,
sus familias, la niñez y la juventud. A ellos ya se suman las diferentes
organizaciones, como el Sindicato Mexicano de Electricista, que como alguna vez
lxs maestrxs se solidarizaron con ellxs, hoy se unen y con toda su fuerza.
Como si al
Gobierno Federal no le bastara, lanzó en últimos días y con una campaña
mediática impresionante que ataca por todos los medios (televisión, radio,
revistas, periódicos, internet, etcétera), una reforma energética llena de
contradicciones, pero con un sólo
propósito el privatizar el petróleo;
esta reforma quita al pueblo una de las pocas cosas valiosas que le
quedan y esto con un doble discurso, por un lado internamente se nos indica que
el petróleo no es rentable, que necesita modernizarse y que esto no es posible
sin la intervención del sector privado; y por otro al exterior, que como hienas
ya se están saboreando el banquete, dicen que es una empresa con un alto
potencial.
Este ambiente de
movilización y lucha, está llegando ya, a conmover a la población, que con preocupación se toca el bolsillo y observa
como se está quedando sin nada, los precios de todos los alimentos, medicinas y
demás productos se han elevado, y a pesar de ello el salario mínimo, es muy
mínimo como para poder subsistir. Otra parte de la población se deja llevar por
los medios masivos de comunicación aprueba el uso de la fuerza pública en
contra de las manifestaciones que por algunos días no les permiten llegar al
trabajo, en Oaxaca ni se diga, algunos padres de familia “hambrientos de que
sus hijos reciban conocimiento”, han llegado a convocar para llamar a otrxs
maestrxs, sin darse cuenta del momento coyuntural en el que nos encontramos, y
sin reparar, que muchos de los beneficios que hoy reciben como los vales en
útiles y uniformes, no son regalos del gobierno, sino son logros de la lucha
magisterial.
Si nos vamos a las luchas concretas, a los
movimientos sociales, parece que todo va en función de sectarizar, las
discusiones infértiles que se arrastran desde 2006 no se han superado, pero
además los movimientos, feministas, de diversidad sexual, ecologistas etcétera
parecen no dar cuenta del momento en que nos encontramos, es un momento muy
importante para nuestra liberación, ha llegado el momento de ocupar todos los
espacios y expresar todas nuestras luchas. Ha llegado el momento de liberarnos
del sistema capitalista, del patriarcado, de la discriminación, es momento de
exigir todos nuestros derechos, y de exigir una vida libre en todos los
sentidos.
Hacemos un llamado en términos
de Gramsci: “Instrúyanse, porque
necesitamos toda nuestra inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo
nuestro entusiasmo. Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.”
Thaly. Una simple mortal
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