18.8.13

(Cuento)Duelo de miradas

Por supuesto que no lo sabes y en estas líneas te lo contaré:

Las noches han sido mi refugio por mucho tiempo y aquí en la comodidad de la oscuridad y el silencio – solo algunos murmullos lejanos – me he animado a escribirte, tal vez por la lejanía, estos “métodos” de comunicarnos, la pereza mental, el no poder verte de frente y platicarte todo lo que ha sucedido en tu ausencia [no ha sido poco ni mucho, pero si importante]. Recibo con orgullo un par de canas en la sienes, al principio me… ¡No! Espera, quiero contarte algo más significativo.

La última ocasión en que nos enfrentamos en un amistoso duelo de miradas [por lo menos al ver esa imagen tuya en el monitor] sin decir mucho, crees que pasará mucho tiempo antes de que nos podamos encontrar – y creo que la sentencia se ha cumplido – pero quiero romper la profecía con estas letras que también son de carne y hueso, que en estos símbolos que nos enseñaron en las escuela puedas verme de nuevo y saber que estoy bien, pensando que un pronto encuentro entre tu yo nos caería bien.

Estoy casi seguro que no me recuerdas, en ocasiones ves mi dirección electrónica o mi número en tu agenda del celular y pasas de largo, has pensado en eliminarme de tus contactos – como alguna vez lo pensaste: fulminarme por mis ausencias – enciendo el quinto cigarrillo de la madrugada e inhalo, al mismo tiempo que el humo hace borrosa la pantalla, como borroso y pálido soy en tu mente.

No ha pasado mucho en que tuve un accidente que propicio la reflexión, me estrellé con la realidad, dura e imponente, la autoridades morales me citaron para declarar los hechos, fui culpable de indolencia, soberbia y egocentrismo, la sentencia dicta que no te tendría cerca, reconozco mi culpa, no soy víctima de nada, porque tú desde antes ya me habías juzgado y sentenciado al olvido.

Estas letras ya no te invitan a nada, ya es mucho que no me  recuerdes, ya es mucho castigo la indiferencia. Que esto no te distraiga sobre lo que me ha sucedido no importa, solo quiero que sepas que… yo no te olvidé.

Desde una conexión a Internet
Con afecto: Yo.
*Ruben Tupa

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