13.3.15

ARISTEGUI, MVS Y OTRAS PÍLDORAS

“Y es que la polémica vende”
Por: Sup Tupa
No hay números exactos o por lo menos éstos están lejos del interés de los idólatras inquebrantables de los nuevos mesías postmodernos. Una sola elucubración que involucra a una trabajadora [como cualquier otra] de que pueda ser eliminada de la nómina de una empresa, ha causado un revuelo en esta cofradía de amantes de lo informativamente correcto. Creo que la salida de Carmen Aristegui de la empresa MVS no es más ni menos valiosa que la de dos millones 542 mil personas en desempleo en el año 2014.
Y es que nos da por hacer evaluaciones y comparaciones al vapor, sin detenernos un momento a reflexionar seriamente. ¿Es la señora Aristegui peor o mejor que López Doriga? no hay de donde sujetar una comparación de este tipo, ambos provienen de una línea editorial claramente definida y ambos son sujetos de compromisos ideológicos, políticos y económicos de las empresas con las que se alquilaron.
¿Yo con Aristegui? No, Aristegui no es, ni representa a la Libertad de expresión, ella representa a su persona y en su momento a una empresa que también posee compromisos de dinero. Sensato y profundo como debe de ser un análisis que se precie de ser serio, sin apasionamientos, sin maldiciones innecesarias nos permitirá observar que la señora interpreta a su trabajo y no es activista política en pro de nada [a menos de que lo haga a título personal y desde ahí ya no es más que una persona igual que cualquier viandante].
La señora sin quererlo también se ha promocionado como un producto de consumo de este engranaje económico, es la píldora que nos receta el capital, que en dosis adecuadas calman nuestras rabias y dolores, que nos conminan a creer que estos baluartes algún día bajaran de su nicho y nos acompañaran a esas huelgas, luchas campesinas, obreras, sindicales, marchas, resistencias… nos hacen vivir con la esperanza de que hay esperanza.
La esperanza también es atrevida y como tal en esos segmentos opiáceos que deambulan por estos laberintos digitales, hacen que algunos ingenuos y bien pensados mastiquen la idea de que la señora quisiera sumarse a otro divo de la política y quiera postularse a algún cargo de elección popular.
¿Y entonces por qué tanto revuelo por la presunta salida de la señora Aristegui de MVS? Pues por que la polémica también vende, al destrozarse el mito de que la señora puede representar en un imaginario colectivo al feminismo, a una sexualidad lésbica, al periodismo, a una izquierda posible, a una “rebelde” en los medios, nos hacen creer que estamos perdiendo a una heroína, y no, la señora no representa a nadie más que a ella.
Clamar “justicia” para la señora y castigo a MVS evidencia esos largos años de dominación que nos tatuaron en el ser social, que nos dicta que no somos nada sin lideres ni caudillos, estamos por lo tanto, perdidos; en eso confía el estado-capital. Este como muchos hechos nos desnuda, nos muestra tal como somos y recurriremos a clamar que vuelva antes de quedarnos más huérfanos de lo que ya estábamos.
¿Cuántos de los que hoy se pronuncia en contra de la “injusticia” contra la señora [que se puede sumar a la fila del desempleo] se han ocupado en verdad por otras tantas injusticias que significan vidas o muertes?
Si el argumento en su defensa es que es de los pocos espacios en que se tenía acceso a noticias “objetivas” eso se explica, porque no se han dado la vuelta en los análisis acuciosos de los medios libres, los esfuerzos comunitarios, la reflexiones estudiantiles, las páginas contra informativas.
Mientras se debaten en los espacios de gobierno cómo se diluye el país y se intoxica con injerencias extranjeras, la complacencia del estado va en aumento y se congratula de que estas lamentables pero comunes diferencias laborales, se traten con un fervor cuasi Guadalupano por parte de un sector de la sociedad y es que los mexicanos somos tan previsibles.
La decisión es más compleja y la apuesta futura será la construcción de los medios libres y comunitarios.

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