11.5.12

Carta a las Madres/ Oaxaca

En este día 10 de mayo a todas quienes tienen la oportunidad de ser madres, las felicito de todo corazón, les mando bendiciones y les deseo que hasta que la vida les permita disfruten cada minuto con sus hijos e hijas. Para mi es difícil este día. Nunca espere un regalo de parte de mis hijas, pero hoy si espero que pase algo.

Hoy es muy triste para mí, y confieso que esta vez sí quisiera recibir algo de parte de mis hijas, pero sé que aunque se los pida no me lo darán, solo quisiera un abrazo de Virginia y Daniela, mis hijas de mi corazón que hace 5 años están desaparecidas, cuando tenían 20 y 14 años.

Soy una madre indígena, pero también los indígenas sentimos dolor, nadie se acostumbra al dolor y menos cuando se trata de la perdida de sus hijas como es mi caso.

Ellas vivían conmigo y salíamos adelante, lográbamos sobrevivir a la marginación del gobierno en nuestra Nación Triqui, no importa que fuéramos pobres pero yo estaba con mis hijas.

Hoy no encuentro consuelo en nada, ya no sé si quiero recordar que soy madre de dos hijas que me arrebataron y a 5 años de su desaparición las autoridades del gobierno no me dan resultado de lo que supuestamente investigan.

A pesar de dos personas que están detenidas hace varios meses por la desaparición de mis hijas, no es suficiente para que las autoridades me digan si hay una mínima esperanza de tener de nuevo conmigo a mi Virginia y Daniela.

Mi corazón siente una terrible tristeza y angustia tan solo por pensar que ha sido de ellas. Habrá madres que saben de este dolor y comparten conmigo este sentimiento y las lágrimas no bastan para desahogar tanto dolor.

Hoy en este 10 de mayo quiero implorar como solo lo sabe hacer una madre, quiero pedirles a las autoridades del gobierno de Oaxaca que me digan ¡ ¿en dónde están mis hijas?  ¿Cuándo estarán de nuevo conmigo?!

Por favor, no hagan más lenta esta agonía. A los que leen estas líneas les pido que no sean indiferentes a mi petición, solo basta que piensen que sería de ustedes si no supieran nada de sus hijos o hijas. Lo único que quiero es que me las regresen.



ATENTAMENTE

Antonia Ramírez Cruz

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