18.6.13

ALBA (Cuento Compacto)


Por: Senderos

A veces andar solo por la noche se ha convertido en una rutina, sintiendo mis pasos como se acentúan con el silbar de los coches que me acompañan sobre las cuatro de la madrugada, con el clamor de ella fatigándome la mente de cómo podré estar en sus sueños de amanecida, en como retocar una pelea intensa que sostuvimos un día por la tarde y el solo pensar que su espalda es respirada por esa sensación de aullido de lobos asesinos, me hace entrar en pánico total y la cerveza y el humo que bajaron al primer piso, sin un real significado de lo que deseo para este momento por que los perros duermen en círculos debajo de cobijas metálicas, acero impermeable y oxidado y todo lamentable. 

El camino a casa se hace largo de esta manera, tal vez y lo pienso no deseo llegar a casa y encontrar ese frío lecho que aparentemente abriga como el gabán a la piel pero lo profundo sigue igual y de la misma forma, todo de la misma forma pero vuelvo agitar el deseo de querer llegar a encontrarla acostada y desnuda para acercarme al lado suyo sin despertarla y abrazarla suavemente hasta que se acomode en mis brazos y continúe con su sueño de alba.

Fin.

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