Los grupos armados de fusiles y metralletas procedentes de Perú habrían hecho “matanza organizada” de indígenas en aislamiento en la zona de frontera con el Estado de Acre, en Brasil.
Servindi
Servindi, 8 de agosto, 2011.- Una noticia estremecedora nos llega de Brasil. Grupos paramilitares de Perú realizaron correrías y persecuciones de indígenas aislados en la frontera Perú-Brasil denunció hoy Carlos Travassos, funcionario de la Fundación Nacional de Indio (Funai) de Brasil.
Los grupos armados de fusiles y metralletas procedentes de Perú habrían hecho “matanza organizada” de indígenas en aislamiento en la zona de frontera con el Estado de Acre, en Brasil.
Carlos Travassos es el jefe de la Coordinación General de Indios Aislados y de Reciente Contacto (CGIIRC) de la Funai, y opera en la base del Frente de Protección Etnoambiental, ubicada en la quebrada Xinane.
Según la nota informativa enviada con carácter de emergencia por el Centro de Trabajo Indigenista (CTI) de Brasil, los grupos armados peruanos llegaron incluso a cruzar la frontera e invadir territorio brasileño.
Travassos, quién se encontraba cercado con otros cuatro funcionarios de la Funai, envió un mensaje informando el hallazgo de un nuevo campamento usado por los paramilitares peruanos.
El coordinador del Frente de Protección Etnoambiental, Artur Meirelles y los materos Chicão y Marreta encontraron una maleta con desechos de cartuchos robados de la Base de la Funai , dentro de la cual “había un pedazo de flecha de los aislados”.
Carlos Travassos, explicó que “Las flechas son como el carnet de identidad de los indígenas no contactados. Creíamos que los peruanos habían hecho huir a los indígenas. Ahora tenemos pruebas.
“Estamos más preocupados que nunca. Esta situación podría ser uno de los mayores reveses que sufre la protección de los indígenas aislados en las últimas décadas. Es una catástrofe” agregó.
En un mensaje Meirelles ha dicho: “Nos quedaremos aquí, pase lo que pase, hasta que el estado brasileño decida resolver esta situación de una vez por todas. No para protegernos a nosotros, sino para proteger a los indígenas”.
El puesto de vigilancia brasileño fue saqueado días atrás y sus equipos destruidos por hombres fuertemente armados, de quienes se sospecha podrían ser traficantes de droga.
La policía encontró un paquete con 20 kilos de cocaína en las cercanías y se teme que el río Envira se haya convertido en un punto de entrada en Brasil para los traficantes de cocaína de Perú.
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