Hasta hace poco nos dimos por ilustrados del desprecio que se tiene hacia los estudiantes en las campañas de los aspirantes a la Rectoría de esta Casa de estudios, demuestran lo visceral que pueden llegar a ser, en un intercambio de acusaciones propias de las disputas lejanas de lo científico-social, el tono de estos enunciados que los medios de comunicación y redes sociales reproducen como “argumentos” para quitar y ganar votos, es un desprecio a la inteligencia y a la sociedad que se ha desencantado, hace evidente lo que aquí enunciamos como la “Doctrina del Desprecio” cuyo objetivo es claro: Los estudiantes.
Durante la preparación de esta renovación – planteaban algunos académicos – podría ser el retroceso más grande o la “gran oportunidad”; rondan en los discursos los temas de modernidad, seguridad y sobre todo “academia”; este último adjetivo usado con toda irresponsabilidad, como si fuese un artículo que podrán adquirir por decreto, los alumnos relegados hasta en un tercer plano son los más invocados en sus discursos, es una universidad acéfala de estudiantes que los han separado del análisis de una realidad concreta.
Las prácticas que fueron el común denominador durante sus campañas, fueron vicios acendrados qué huelga decir le han colocado un sello indeleble a la UABJO, hay de todo: grupos de poder, grupos de choque, sindicatos sobrevalorados, una burocracia insultante, una cátedra insuficiente y un extenso etcétera; Quienes están ausentes son los estudiantes críticos, reflexivos y participativos vinculados con la sociedad
Los estudiantes debemos de poseer una responsabilidad “ética” de hacer política porque la administración del poder por los “poderosos” de siempre nos obligan a entrometernos en sus asuntos, porque estos asuntos son también nuestros asuntos y porque no podemos dejar que unos pocos privilegiados sean quienes eternamente definan las medidas y contornos que debe tener nuestra Universidad.
La universidad carece de credibilidad al exterior y al interior, dice una página de internet que en el ranking de universidades Mexicanas de las primeras 100 que enuncia, la UABJO se encuentran el número *47 según datos aportados por el área de trasparencia de esta universidad, pero alguien está mintiendo.
La única candidata de los seis aspirantes que acudió a la sede del IIHUABJO –en su segundo turno – para promocionarse, con la mejor intención de saber su opinión se le pregunto de modo directo: “¿nos está mintiendo?” la interrogante es extensa pero la respuesta navega por las aguas de la ausencia de verdad.
Nos piden que aceptemos sus “Banquetes” – muy lejanos y diametralmente opuestos a los que se evocan en los Diálogos de Platón – amablemente nos desprecian al insistirnos que no les quitemos la vista de encima evitando con ello que podamos entretejer redes sociales con los pobladores, los trabajadores, las organizaciones sociales y gremiales, los jóvenes que se quedaron fuera de la Universidad pateando piedras, en otras palabras, hablamos de volver nuestra mirada al conjunto de los problemas sociales que hoy rodean a la Universidad y con los cuales estamos íntimamente o deberíamos de estar vinculados y comprometidos. Solo se ofrecen enunciados vacíos, pulseritas, playeras, gorras, cerveza, fiestas… creo que alguien nos está mintiendo.
Lo acontecido a estudiantes en el estado de Michoacán, la violencia hacia los estudiantes de Ayotzinapan en el estado de Guerrero, no debería de sernos ajeno, con todo y la distancia en el fondo compartimos y tenemos coincidencia con las problemáticas de los estudiantes Chilenos. Debemos romper con esta burbuja universitaria que instala el individualismo, la competencia y el exitismo personal como patrón de conducta para los estudiantes por sobre ideas y conceptos fundamentales como lo son la solidaridad, la comunidad y la colaboración entre nosotros.
Somos contrarios a la visión de que la Universidad es solo venir, sacarse buenas notas, y abandonar cuanto antes sus aulas para salir pronto a ganar dinero en el mercado laboral, estamos obligados a reconocer que afuera hay un mundo entero por conquistar, que este mundo requiere de nuestra entrega, de nuestro esfuerzo y de nuestro sacrificio.
El desprecio de los medios de comunicación que, sí se inicia la revuelta en las aulas y con las ideas, nos acusaran de flojos y que no queremos estudiar, si salimos a la calle en defensa de la educación no enviaran a policías, el desprecio del Estado-gobierno.
Porque necesitamos hoy, más que nunca, una profunda discusión respecto del país que queremos construir y a partir de aquello cuál es el tipo de Universidad que se pondrá al centro de dicha construcción, hoy los candidatos presidenciales atiborran sus discursos hasta el hartazgo de que la educación es el camino para erradicar la violencia que impera en este lacerado territorio que llamamos México, ¿alguien nos miente?
La Universidad no debe de ser un espacio neutro dentro de la sociedad, la universidad es un agente vivo en su construcción y en el desarrollo del proyecto país que como ciudadanos levantamos día a día. Nuestra responsabilidad está en generar organización al interior de aquella, lo cual nos permita transformar la universidad, para así poder transformar la sociedad.
Nuestra visión es la de una Universidad que se ubique ya no en los primeros rankings de la competencia o el marketing universitario, de los cuales hoy en día mucho se habla, sino que se ubique en el primer lugar de aporte al desarrollo social del país, el primer lugar en el fomento de la equidad en cuanto a la composición social de sus estudiantes, que ocupe el primer lugar en el desarrollo de la ciencia y tecnología al servicio de los intereses de las sociedad, no nos interesan sus playeras de campaña, ni sus borracheras masivas, tampoco nos intimidan sus porros, tenemos los alumnos que dar la batalla de ideas aún en esas condiciones desfavorables.
Esta será una batalla importante que enfrentará nuestro sector el estudiantil, para dar respuesta a este desafío debemos desplegar un movimiento que escape a tan solo los estudiantes, necesitaremos de los académicos, los trabajadores, las autoridades universitarias, todos juntos en las aulas, en las calles, en los barrios, en las plazas exigiendo oxigeno que nos libre del sofocamiento; Pero el problema no pasa tan solo por exigirle al Estado lo que a nuestras Universidad le debe, sino que también debemos mirarnos con visión autocritica y preguntarnos qué es lo que como Universidad le estamos entregando a nuestro pueblo.
Por más que quieran hacernos creer lo contrario, para nosotros la Universidad no puede ser un negocio ni mucho menos la educación puede ser una mercancía. El llamado es a los estudiantes primordialmente, a quienes aspiran al rectorar, a los trabajadores a los académicos comprometidos a que el “proyecto académico” deje ser un discurso vacío de contenido que cese ese desprecio por los estudiantes que deben de dar una discusión reflexiva.
La discusión no se termina con el proceso electoral interno, por el contario podremos llamar a construir si convergemos o divergimos, puede ser cierto el enunciado de que es la última oportunidad para la UABJO para trascender de está temporalidad que reclama a un estudiante crítico y participativo, para combatir eso a lo que aquí se ha nombrado “doctrina del desprecio”.
Para que la Universidad esta completa faltan muchos otros; vence la apatía y da la discusión en el aula, estudiando y reflexionado, participando, la Universidad no se va a construir en un periodo electoral, desde donde puedas: ¡organízate!
Escúchanos los martes, miércoles y viernes a las 2 de la tarde en el 92.1 de fm
Radio Plantón y por vía Internet
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Desde una conexión internet
Alumnos del IIHUABJO
Facebook: De mentes iihuabjo
Contacto: alumnos.iihuabjo@gmail.com
* Respuesta de la unidad de enlace a la solicitud de información a la IEAPI (anexo 2) inscrita en la petición SIEAIP – 7661 correspondiente UABJO/055/U.E. 009/2012 que se obtiene de la página de internetwww.buscasdeweb.com/
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